Hoy más que nunca es necesario aplicar las técnicas y herramientas que proporciona el marketing digital para lograr las metas deseadas de un negocio online. En esta oportunidad, hablaremos del embudo de conversión, y por qué es tan necesario para la captación de clientes.
En un mundo cada vez más digital, es inevitable ver cada día el surgimiento de nuevas propuestas comerciales que ofrecen numerosos productos y servicios vía online.
Es por ello, que para que un nuevo negocio o emprendimiento logre posicionarse, es necesario conocer el proceso que se debe seguir para llegar al cliente.
Desde que inició la pandemia el comercio digital dio un salto vertiginoso. Quien desee iniciarse en este mundo y tener éxito, debe seguir las técnicas ganadoras que ofrece el marketing digital.
Seis grandes ventajas que ofrece el embudo de conversión al comercio digital
El embudo de conversión es un proceso indispensable para obtener los resultados de ventas deseados.
¿Qué es el embudo de conversión?
Es el proceso que sigue un internauta desde que entra al sitio web, conoce la marca, concreta la compra y se convierte en cliente. Suena sencillo, pero si no se guía de la manera correcta al comprador potencial, se puede perder en cuestión de segundos.
El embudo de conversión consta de varias etapas y cada una de ellas aporta información valiosa sobre el estatus del posible comprador. De esta manera, se puede saber cómo guiarlo hasta lograr el objetivo.
Es muy importante hacer un seguimiento minucioso, si una venta no se logra en primera instancia. El funnel permitirá obtener los datos de los posibles consumidores a través de un formulario y de esta manera conocer sus gustos y necesidades.
Este proceso permite saber si una web presenta fallas a la hora de captar potenciales clientes. Si alguna de las etapas del embudo de conversión no guía de manera óptima al comprador, se corrigen los errores. Así se evita que se pierdan más usuarios.
Etapas del embudo de conversión
El embudo de conversión es un proceso que generalmente se divide en cuatro etapas. Sin embargo, hay que aclarar que las mismas pueden contar con subdivisiones dependiendo de las características, propósitos y necesidades de una marca.
Aunque cada una de ellas tiene una función particular, en conjunto se emplean para un solo propósito, que no es otro que lograr una conversión. Esa acción tiene el objetivo primordial de aumentar el número de clientes, lo que se traducirá en mayores ingresos.
Las cuatro etapas principales (las diferentes acciones de marketing digital) que se deben poner en marcha para que un embudo de conversión resulte efectivo son:
1) Atracción
En esta etapa el internauta no conoce los productos y/o servicios que ofrece un sitio web, es decir, no está familiarizado con la marca. En este punto, el usuario no sabe, ni se imagina que ese nuevo negocio digital puede satisfacer sus gustos o necesidades.
En esta primera fase del embudo de conversión, el cliente potencial solo sabe qué busca o está interesado en un producto y/o servicio particular.
Con una buena estrategia de inbound marketing, técnica comercial que capta clientes proporcionando contenido valioso y experiencias reales, se despierta el interés del usuario. Así sentirá el deseo de satisfacer o cubrir la necesidad que tenga e incluso solucionar un problema con un nuevo producto y/o servicio.
Para que esta etapa de atracción sea efectiva, es necesario enfocar la estrategia en proporcionar contenido de valor que sea de interés del target. Se trata del público objetivo al que va dirigida una marca, producto y/o servicio. Esto se puede lograr a través de publicaciones de artículos en blogs, redes sociales de la empresa, entre otros.
En esta era digital es muy importante compartir y difundir otro tipo de material aún más atractivo, como por ejemplo infografías, gráficos o videos creativos. Mostrar distintos tipos de formatos llamará la atención del público y además mostrará a una marca dinámica y actual.
2) Consideración
En esta segunda fase del funnel, el público objetivo ya conoce los productos y/o servicios que ofrece la marca. Es consciente de que tiene una necesidad que satisfacer. Es en este momento cuando ya comienza a considerar las opciones que ofrece el sitio web y que pueden ayudarles.
Es necesario tener claro a quién se dirige la estrategia y para ello se requiere definir la buyer persona. La creación ficticia del cliente ideal, a partir de información real que incluya características demográficas, historias personales, motivaciones, objetivos, comportamiento, retos, necesidades y preocupaciones.
La decisión de compra se verá influenciada por aquel negocio, empresa o marca que logre crear empatía al comprender y ponerse en el lugar del cliente. Para lograrlo, una buena opción será ofrecer algún tipo de contenido que muestre todos los beneficios que ofrece la marca. También las novedades e información atractiva y de interés; a través de publicaciones, catálogos, libros electrónicos, webinars o newsletters.
3) Conversión
En la tercera fase, siendo conscientes de la existencia de múltiples ofertas de productos y servicios de la misma rama, se debe persuadir al cliente potencial. Manteniendo un buen enfoque de la estrategia, hacerle ver que nuestro producto y/o servicio es el que realmente necesita o debe adquirir.
Para lograr este objetivo, se debe utilizar una estrategia específica. La misma dependerá del tipo o modelo de negocio que se haya puesto en marcha en Internet desde el primer momento.
Esta etapa de conversión puede ser realmente exitosa si se usa esa información que se obtuvo previamente del público objetivo a través de los formularios. Enviar correos electrónicos que anuncien ofertas, incluyan cupones de descuento o que ofrezcan pruebas gratuitas de los productos y/o servicios, es clave. También se puede ofrecer asesoría sin ningún compromiso económico y mostrar testimonios de clientes satisfechos.
4) Fidelización
Tras lograr la venta del producto y/o servicio que se ofrece, sigue la cuarta fase del embudo de conversión, la fidelización. Aunque es la última y por ser el siguiente paso al objetivo principal, no puede ser subestimada, porque realmente puede ser la más importante.
Siempre se puede vender por primera vez, pero mantener satisfecho y feliz a ese cliente hará que regrese una y otra vez. Incluso puede correr la voz y recomendar los productos entre su círculo de amigos y conocidos.
Una manera de lograr la fidelización es a través del branded content o contenido añadido y de valor que se comparte relacionado con el producto y/o servicio. Se trata de un método que permite conectar efectivamente con una audiencia saturada de anuncios publicitarios.
El branded content busca difundir los valores de la marca de manera que impacte y que incluye canales de conversación directos para crear un vínculo. Se trata más de compartir un valor añadido que de vender directamente, así se genera interés por la marca.
La atención personalizada también es clave para que un cliente desee seguir adquiriendo lo que le ofreces por un largo tiempo.
En otras publicaciones seguiré compartiendo información importante sobre el embudo de conversión o funnel, pues es indispensable que se aplique correctamente en la estrategia de marketing de todo negocio online para lograr la meta deseada.